martes, 14 de agosto de 2007

Cybersexo productivo

Cybersexo

Conozco a un tipo que habla con su mamá por el Blackberry más que en persona. Tengo una amiga que en vez de salir a tomar cerveza con sus compañeros de la oficina, se pasa el día entero chateando con ellos, y cuando llega el happy hour, lo único que quiere es irse a su casa a ver televisión porque ya se enteró de la vida sexual de todos los gerentes. También descubrí el otro día que mi prima tiene largas sesiones de sexo con su novio vía mensajes de texto. Además, sé que una pareja de tórtolos que conocí hace unos días busca desesperadamente en Internet a una chica para hacer un trío.

Toda esa gente -y si está leyendo esto, seguramente usted también- tiene el cerebro configurado con el sistema operativo Windows, Linux, o cualquier otro de esos que llaman software libre. Hay quienes aún corren -y se corren- en DOS (Disk Operating System o DOS minutos, según sea el caso), pero en todo caso no importa si es con la versión XP o con Vista, la conexión inalámbrica ya funciona hasta en los deseos más íntimos: a veces yo quisiera que el metrosexual que hace spinning al lado mío todas las mañanas tuviera el bluetooth activado para llenarle el buzón con mensajes eróticos.

Y si la mente, que es donde los deseos sexuales se convierten en fantasías, está inevitablemente auxiliada por dispositivos electrónicos, pues el sexo también puede estarlo. Si en la mañana se resuelven cuatro o cinco asuntos pendientes sólo con contestar los e-mails, ¿por qué no podría también aprovechar uno el tiempo para una breve pero efectiva masturbación electrónica?

Seamos sinceros: puede ser más fácil enviar frases de sexo explícito vía mensajes de texto, o en el msn, que decirlas al oído. Entonces, ¿no es mejor usar la tecnología para ir calentando los motores durante el día, y llegar a la noche con la estrategia clara? ¿Por qué no nos ponemos el Wi Fi más cerca de la entrepierna y aprovechamos la conexión para darle un poco más de calor a las relaciones de pareja? Eso sí, mosca con el destinatario siempre (la jefa o el jefe pueden creer que al fin anotó ese gol que tanto estuvo buscando). Por último, para los hombres: pónganle más erotismo que pornografía (para las mujeres la recomendación sería la contraria).

K.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Muy sabia tu recomendacion final. La meta es la misma pero los caminos son distintos, y estar dispuesto a andar en los zapatos del otro noi es mas que un gesto de amor.

Kaleisi

Anónimo dijo...

¡EXCELENTE!... Yo no podría escribir una vaina así. Simplemente no manejo los términos tecnológicos y me vuelvo un culo pero vi por dónde iban los tiros.

Roberto Torres Luzardo dijo...

Daría, sin pensarlo mucho, mi dedo anular por haber escrito el último párrafo, y la mano completa por conocer personalmente a quien tiene la sabiburía sexual para escibirlo.
Saludos,
Rob.