martes, 14 de agosto de 2007

Sexo para leer. Revista El Librero

De la librería a la cama

Si las leyes de derechos de autor y la industria editorial hubieran funcionado hace17 siglos tal como funcionan hoy en día, un filósofo hindú habría sido el autor de uno de los best seller más leídos de todos los tiempos. Además, sería dueño de una marca patentada inconfundible, asociada directamente a una de las expresiones fundamentales del comportamiento humano: la sexualidad. Mallanaga Vatsyayana –de quien se sabe que vivió en India entre los siglos I y VI después de Cristo– habría visto su obra traducida del sánscrito a decenas de idiomas, y en pleno siglo XXI estaría más vigente que nunca. El Kama Sutra (Los aforismos sobre la sexualidad), dividido originalmente en siete partes y 36 capítulos, ha sido reinterpretado, adaptado y reeditado hasta la saciedad en el mundo occidental, pero su esencia sigue intacta.

¿Cómo hacer el amor?, ¿cómo mejorar la vida sexual?, ¿cuál es la fórmula para dar y recibir el mayor placer posible? A pesar de que la sociedad da señales cada vez más claras de la importancia que tiene la educación sexual, estas interrogantes no tienen respuesta en los pensa del sistema educativo, ni en las charlas familiares, y es por ello que además de la televisión o la web, las librerías son un lugar idóneo para encontrar pistas que ya el Kama Sutra asomaba hace siglos. El mercado editorial venezolano es una muestra de esa avidez de conocimiento –o de ayuda–, ya que los libros sobre el tema son un éxito. “Las ventas sobre el tema de la sexualidad son muy buenas, siempre estamos reponiendo el stock de libros publicados hace 10 años, y cuando llegan las novedades, prácticamente se agota todo el material”, afirma Héctor Oropeza, gerente de ventas de Editorial Miró, que distribuye en Venezuela el sello Robin Book, cuyos temas centrales son salud, espiritualidad y autoayuda.

Algunos de los títulos de Robin Book que ofrece Editorial Miró son El arte tibetano del amor, de Guendün Chömpel –una reinterpretación del Kama Sutra hecha por un monje tibetano– Fantasías sexuales, de Anne Hooper y Phillip Hodson, y ¿Cómo mejorar su vida sexual?, de Rachel Copeland. Oropeza explica que la mayoría de las librerías con las que trabajan en todo el país, piden estos textos. “Además, sabemos que, según la experiencia de los libreros, 70% de quienes compran el material son mujeres.” Denisse Martínez, encargada de VDL Books en el centro Sambil, no comparte este criterio: “Aquí vienen hombres y mujeres por igual. Quienes visitan la sección pueden ser adultos, jóvenes o personas mayores”, afirma. En esta librería hay seis repisas para el tema y dice Martínez que uno de los más buscados es ¿Cómo complacer a una mujer? (Dentro y fuera de la cama), de Daylle D. Schwartz, entre otros de la editorial Amat. Tanto Martínez como Oropeza coinciden en que, en efecto, en la mayoría de las librerías de todo el país hay al menos una repisa dedicada al tema.

¿Te lo explico con un dibujo?
Alicia Gallotti es una periodista y escritora española especializada en el tema de la sexualidad. La experiencia acumulada después de diez años como colaboradora de la revista Playboy ha sido rentable, ya que el éxito de sus publicaciones sentó un precedente de ventas en España, Portugal y algunos países de Latinoamérica como Colombia, donde uno de sus libros alcanzó 18 ediciones. Gallotti se dedicó a estudiar el Kama Sutra original, para readaptarlo a las necesidades de los amantes contemporáneos, y como resultado publicó en 2001 El nuevo Kama-sutra ilustrado, con el sello Booket de Editorial Planeta. Este fue el primero de una serie que incluye el Kama-sutra lésbico, gay, para el hombre, para la mujer, y del sexo oral. También están las versiones ilustradas para el hombre y la mujer. Este año se suman dos novedades que ya se consiguen en las librerías: Kama-sutra XXX y Kama-sutra técnicas orientales.

Tal como lo hace Gallotti con el Kama Sutra, otros autores han reinterpretado algunas disciplinas en clave sexual: astrología, osho, tantra, yoga, técnicas de masaje y hasta la producción audiovisual se pone al servicio del erotismo en el libro Cómo rodar un video erótico casero, de Océano. En esa tónica están varios títulos de Santillana. Daniel Centeno, jefe de comunicaciones del grupo, afirma que reciben pedidos de muchas librerías, aunque los volúmenes son mayores para la cadenas. “Sexo tántrico se agotó, y también se han vendido muy bien Feng Shui para el sexo y Juegos en pareja”. Pronto lanzarán el Kama Sutra de Deepak Chopra.

Ahora bien, estos manuales son en su mayoría extranjeros, y la contraparte venezolana aún no se decide a tocar directamente el tema sexual. Pero hay acercamientos, y uno de ellos lo hace el psicólogo César Landaeta, autor de los muy vendidos Cómo mandar a la gente al carajo!, Al infierno se va en pareja, y recientemente publicó Homo erectus. El hombre, “su otro yo” y las mujeres –todos de Editorial Alfa–. El título y la portada del libro son sugestivos y lo que se encuentra adentro, más que una guía sobre sexualidad, es un manual para comprender la personalidad del hombre. Otro acercamiento lo hace la periodista Luzmely Reyes, quien Con la vagina bien puesta (Libros Marcados) recorre algunos de los asuntos que más preocupan a las mujeres venezolanas de hoy. Aunque el título se refiera explícitamente a un órgano sexual, este no es el tema central del texto.

Voyeur, exhibición, ensayo y ciencia
Más allá de los manuales, la autoayuda y algunos consejos que parecen muy elementales como “Si va a masturbar a su pareja es conveniente que tenga las manos limpias”, también hay todo un universo de publicaciones sobre la investigación científica en sexología. En su época, los informes de Alfred Kinsey (El comportamiento sexual del hombre, 1948), los de la pareja William Masters y Virginia E. Johnson (La respuesta sexual humana, 1966) y los de la sexóloga estadounidense-alemana Shere Hite (El informe Hite, 1976), que se encuentran en algunas librerías de Caracas, revolucionaron el campo de la sexualidad desde la perspectiva del estudio sistemático y cuantitativo del comportamiento humano. Otra obra esencial en el estudio académico del tema son los tres tomos de Historia de la sexualidad, del filósofo francés Michel Foucault, quien murió antes de completar los seis tomos que había planeado escribir.

Aparte de las visiones académicas, quienes cuentan la sexualidad de la observación empírica también han publicado obras. Es el caso de La vida íntima de los grandes dictadores y La vida sexual de las diosas de Hollywood -ambos se consiguen en las librerías de Caracas- de Nigel Cawthorn, quien también ha publicado textos similares sobre los papas, reyes, reinas y grandes compositores. Las experiencias sexuales contadas en primera persona despiertan el morbo de los lectores, sobre todo si las voces narrativas son femeninas: en 2005, la actriz porno española Celia Blanco, conocida por su participación en el programa televisivo Crónicas Marcianas, publicó en coautoría con Guillermo Hernaiz el libro biográfico Secretos de una pornostar; en Italia una siciliana de 18 años, Melissa Panarello, vendió sólo en su país un millón de ejemplares de Cien cepilladas antes de dormir, el diario íntimo de una adolescente, lleno de escenas de sexo explícito; más cerca, en Brasil, una joven de clase media alta decide huir de su casa para dedicarse a la prostitución, y la experiencia de su paso por el mundo de las acompañantes quedó consignado en El dulce veneno del escorpión, escrito por Raquel Pacheco bajo el seudónimo de Bruna Surfistinha.

En Venezuela, el actor y escritor Luis Fernández afirma que se dedicó a observar y preguntar a numerosas mujeres sobre su vida sexuale. De esos testimonios y experiencias, así como de las entrevistas que ha hecho en su programa radial, obtuvo la materia prima para sus libros Sexo sentido y Sexo sentido II, ambos considerados best sellers. Fernández le atribuye el éxito al tema: “El sexo evidentemente vende, sin embargo, hay también en ellos mucho de auténtica observación de lo que somos y algo de desmitificación y desprejuicio en lo vinculado al sexo y las relaciones”. Y más allá de sus propios textos, el autor esboza una explicación sobre el interés que despiertan este tipo de títulos en Venezuela: “Somos una sociedad enormemente hipócrita y sexualmente insatisfecha. Cuando hay doble moral, prejuicios y una tendencia cotidiana a censurar y a descalificar a otros, sólo porque tienen la vida que nos gustaría tener a nosotros, cualquier cosa que parezca sexual, prohibida o irreverente, tendrá éxito”.

Imaginación, fantasías y palabras
Dicen los sexólogos que el mayor órgano sexual del cuerpo humano es el cerebro. Más allá de los actos reflejos y de la pura excitación física, el cerebro también es responsable de las fantasías, del ejercicio imaginativo, que se sale del campo meramente sexual y entra en el terreno del erotismo. “Los manuales o guías son publicaciones que sirven a modo de tutor con respecto a un tema determinado, recurre a ellas aquel que desea consejos prácticos. La literatura erótica es más bien un ejercicio libre de imaginación, creatividad y motivación hacia el erotismo, así que no creo que compitan. El público puede ser el mismo en tanto somos todos individuos susceptibles a los placeres y al erotismo”, afirma Carolina Saravia, directora adjunta de Alfa Grupo Editorial.

Quienes buscan algo más que la inmediatez de las respuestas sencillas o la rigurosidad de los datos científicos, tienen en la literatura erótica toda una tradición narrativa por explorar: Safo, Giovanni Boccaccio, el Marqués de Sade, Goerges Bataille, Anais Nïn, Henry Miller, Charles Bukowsky y muchos otros. En 1977, la editorial Tutsquets le apostó al erotismo, en pleno destape español, y convocó por primera vez el premio de literatura erótica La Sonrisa Vertical, y creó una colección con el mismo nombre, donde se publicarían los trabajos ganadores y algunos finalistas. En 2004, Luis García Berlanga, director de la colección, anunció la suspensión temporal del premio tras 26 años de existencia en los que autores como Almudena Grandes, Mayra Montero y el venezolano Denzil Romero fueron ganadores. Una de las razones con las que la editorial argumentó la suspensión del premio fue el hecho de que "La expresión literaria del erotismo ha ido gradualmente asimilándose a la narrativa general y se ha integrado en colecciones literarias no acotadas específicamente al género erótico".

Sin embargo, en Venezuela Editorial Alfa apenas comenzaba a recorrer el mismo camino. En 2003 se convocó por primera vez el concurso de literatura erótica Letra Erecta, que ganó la escritora cubana Vivian Jiménez con su novela La columna que dibujaste dentro de mí. Así comenzó una nueva colección de la editorial, que hasta ahora ha publicado siete títulos, cuatro de los cuales fueron finalistas. “La colección nace como una apuesta al mercado editorial venezolano, reprimido tras la crisis del 2001 y 2002, período en el que no sólo se editaron menos libros de lo regular, sino que además se redujo de manera significativa la importación. Letra Erecta representó una propuesta lúdica para los libreros y especialmente para los lectores”, cuenta Saravia.

Así como en posiciones, las preferencias o los fetiches sexuales, la oferta de libros que de alguna manera abordan el sexo y el erotismo está dirigido a un público muy diverso. Precisamente esa flexibilidad en cuanto a temas y géneros es la que confirma que el sexo en todas sus expresiones ejerce aún ese efecto de atracción, morbo y curiosidad por lo prohibido, lo íntimo, lo oculto. Por eso tiene lectores, y vende.

Arte para mayores de 18
Las editoriales de libros de arte también tienen un segmento para el sexo, en el que se incluyen obras sobre fotografía, diseño, artes plásticas, cine y cualquier otra expresión artística de la sexualidad. Es el caso de Antología universal del arte y la literatura eróticas, de Evergreen. Pero es Taschen la editorial que tiene una serie dedicada sólo al sexo, y algunos de cuyos títulos están en las librerías venezolanas: Cine erótico, History of men's magazines (siete tomos) y Digital diaries.
K.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo le sumaría a la lista el libro "Actos de salvajismo" de Milagros Socorro. Y nombras los dos libros "sexo sentido" de Luis Fernández, pero no nombras su novela "La cruenta venganza del hombre que todos querían ser" que también tiene altas dosis de erotismo.

Kaury Ramos dijo...

Que bien, los leere. No conozco ninguno.
K.